La IA y la humanidad: una colaboración para resolver los grandes retos del mundo
¿Qué ocurre cuando la inteligencia artificial y las personas colaboran por un bien común?
Por Kristi Boyd, especialista sénior en IA confiable en el departamento de ética de datos de SAS.
El drama vende, y las malas noticias siempre ocupan los titulares. Desde las alucinaciones de los chatbots hasta los sesgos de la IA o los deepfakes, los posibles riesgos de la inteligencia artificial suelen acaparar la atención mediática. Sin embargo, el impacto de esta tecnología es mucho más amplio y, con frecuencia, mucho más positivo.
«Cuando hablamos de inteligencia artificial, deberíamos preguntarnos: ¿y si conseguimos usarla bien?», plantea Reggie Townsend, vicepresidente del área de ética de datos de SAS. Como él mismo explica: «en todo el mundo hay organizaciones que ya utilizan la IA para abordar algunos de los mayores desafíos humanitarios, como la mortalidad infantil, la pobreza, el maltrato o el fraude. A eso me gusta llamarlo el lado más esperanzador de la IA. Y es ahí donde debemos ser optimistas».
La inteligencia artificial, unida al ingenio humano, tiene el poder de transformar el mundo para mejor. Los avances tecnológicos permiten a la sociedad explorar soluciones innovadoras a los grandes problemas globales que han afectado a la humanidad durante siglos.
El sufrimiento de las comunidades desplazadas, la crisis alimentaria mundial o los desastres naturales no solo deterioran la calidad de vida de las personas, sino que amenazan directamente su capacidad de supervivencia. Con la expansión de grupos extremistas violentos y los conflictos civiles en distintos puntos del planeta, la necesidad de garantizar la seguridad y protección es incalculable.
Estos desafíos han acompañado a la humanidad durante generaciones, pero la inteligencia artificial ofrece una nueva perspectiva para encontrar soluciones. Su capacidad para reunir, analizar y procesar miles de puntos de datos puede ayudarnos a detectar patrones inesperados que inspiren nuevos enfoques. De este modo, podemos acelerar nuestra capacidad de generar efectos positivos y duraderos.
Lea más historias sobre cómo colaboran la IA y las personas
Innovar con responsabilidad implica preguntarse no solo «¿podemos hacerlo?», sino también «¿deberíamos hacerlo?». En SAS, ponemos a las personas en el centro y actuamos con inclusión, responsabilidad, transparencia, solidez, privacidad y seguridad. Estos principios se reflejan en nuestro equipo, en nuestros procesos y en nuestros productos.
La IA ayuda a detectar —y prevenir— la destrucción de la selva amazónica
Cuando pensamos en la Amazonia, suele venirnos a la mente una inmensa extensión verde. Pero la realidad es que la agricultura, la ganadería, los incendios y la tala han provocado niveles alarmantes de deforestación. Supervisar más de cinco millones de kilómetros cuadrados de selva es una tarea casi imposible para el ojo humano.
Y ahí es donde entra en juego la inteligencia artificial.
El Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) se asoció con SAS para desarrollar un sistema de IA capaz de abordar este desafío con un enfoque socio-técnico colaborativo. Juntos lanzaron un proyecto global que invitó a voluntarios a entrenar una nueva plataforma de IA capaz de vigilar de forma autónoma áreas de la selva.
A través de esta plataforma, los voluntarios analizaron más de 90 000 imágenes por satélite tomadas por la Agencia Espacial Europea, registrando la presencia de señales de deforestación provocada por actividades humanas. Gracias a esta colaboración, el modelo aprendió a detectar indicios de incendios y permitió que los expertos se concentraran en las áreas más difíciles de clasificar.
El uso de la inteligencia artificial para analizar imágenes por satélite tiene aplicaciones que van mucho más allá de la deforestación. También puede emplearse en ámbitos como el seguimiento de migraciones, el control de la contaminación, la detección de incendios forestales o la seguridad alimentaria.
Usar los datos para romper el ciclo de la pobreza
Bissell Centre, una organización sin ánimo de lucro con sede en Alberta (Canadá), ofrece apoyo a personas y familias para ayudarles a superar la pobreza y fortalecer sus vínculos con sus comunidades. Sus servicios abarcan desde el acompañamiento en salud mental y la orientación laboral hasta la educación financiera y otras formas de apoyo. Pero cada historia es distinta, y eso hace difícil establecer un modelo único para romper el ciclo de la pobreza.
Bissell Centre se asoció con SAS para evaluar las necesidades de cada cliente y seguir su progreso en el tiempo. El refuerzo de sus capacidades analíticas les ha permitido avanzar hacia un enfoque predictivo mediante modelos estadísticos y la analítica predictiva que, por ejemplo, estima la probabilidad de que una persona logre salir de la pobreza en función de sus redes de apoyo.
En un ámbito en el que captar la complejidad de las experiencias vitales es fundamental, los datos ayudan a contar historias más concretas y tangibles. «Resulta esencial que los datos sean fiables y que los resultados de nuestros análisis inspiren plena confianza, porque de ellos dependen vidas humanas», afirma Gary St. Amand, director ejecutivo de Bissell Centre. «Con SAS podemos tomar decisiones bien fundamentadas y tener la seguridad de que estamos actuando con la información adecuada».
La conservación animal en el mundo empieza con una sola huella analizada por IA
Hace un siglo, en el planeta vivían unos 100 000 guepardos. Hoy quedan apenas 7100. La desaparición de una sola especie puede alterar por completo el equilibrio de un ecosistema y poner en riesgo a muchas otras.
La organización WildTrack se dedica al seguimiento no invasivo de especies mediante el análisis de huellas. Este método permite identificar no solo la especie —por ejemplo, distinguir un guepardo de un leopardo—, sino también el sexo, la edad y los movimientos de cada animal. Aunque WildTrack colabora habitualmente con comunidades indígenas que conocen el terreno en profundidad para reconocer huellas, también necesitaban una solución más amplia y automatizada.
WildTrack utiliza modelos de IA para automatizar la interpretación de las huellas. Hasta la fecha, el equipo ha desarrollado algoritmos para más de 40 especies en peligro de extinción, desde pequeños mamíferos hasta rinocerontes negros. Investigadores y voluntarios de todo el mundo envían fotografías de huellas a WildTrack, que utiliza la IA para responder a grandes preguntas, como:
- ¿Hacia dónde migran estos animales?
- ¿Cuántos quedan?
- ¿Cómo está afectando la actividad humana a estos números?
Con esas respuestas, es posible diseñar nuevas estrategias de conservación. El potencial de la IA para proteger nuestro planeta y sus ecosistemas es enorme. «El reto está en aprovechar la inteligencia artificial para crear un entorno en el que haya espacio para nosotros y para todas las especies que habitan este mundo», afirma Sky Alibhai, cofundador de WildTrack.
¿Qué es la ética de IA?
Gracias a la tecnología de inteligencia artificial, las máquinas pueden imitar la toma de decisiones humanas y automatizar tareas de forma inteligente. Para garantizar que los sistemas de IA se diseñen de acuerdo con principios éticos —los valores humanos que distinguen lo que está bien de lo que no—, es necesario contar con directrices claras. Descubra más sobre la ética de la IA: qué es, por qué es importante, cómo surgió y de qué forma se está aplicando en la actualidad.
Una red de seguridad para los pacientes hospitalizados
Los hospitales recopilan enormes volúmenes de datos durante la estancia de cada paciente. Aun así, aunque toda esa información se guarda en la historia clínica electrónica, no siempre se integra de una forma que permita entender bien el estado del paciente ni cómo evoluciona con el tiempo. Algo tan simple como responder a la pregunta «¿el paciente está mejorando o empeorando?» puede ser sorprendentemente difícil.
Para medir el riesgo de otra manera, Michael Rothman, científico de datos sénior en Spacelabs Healthcare, y su hermano Steven crearon el índice Rothman®.
«Con el índice Rothman hemos desarrollado una herramienta que muestra una visualización de datos en tiempo real de cuando el estado de un paciente empieza a deteriorarse», explica Michael Rothman. «Así podemos detectarlo antes de que llegue a una situación crítica». El nivel de gravedad se representa en un gráfico de colores, fácil de interpretar y actualizado al instante, y que muestra con claridad cualquier cambio en la evolución del paciente.
El índice Rothman en el ámbito de la salud empezó tras una experiencia personal dolorosa: el deterioro no detectado de su madre después de una operación que parecía haber sido un éxito. Con el propósito de evitar que algo así volviera a ocurrir, ambos, procedentes de campos ajenos a la medicina, aplicaron su experiencia en analítica avanzada para desarrollar una herramienta capaz de anticipar el índice Rothman.
Los hermanos Rothman descubrieron que, mientras la mayoría de estudios médicos se centraban en los signos vitales y los análisis de laboratorio, existía otra fuente de información esencial que a menudo se pasaba por alto: las evaluaciones completas que el personal de enfermería realiza de manera rutinaria. Esas observaciones, como la confusión, la falta de apetito o la hinchazón, pueden revelar cambios sutiles que preceden a una crisis.
«Nuestro objetivo es que médicos y personal de enfermería sepan que algo va mal antes de que el paciente entre en una situación crítica», explica Rothman. «Si logramos anticiparnos a la crisis podemos cambiar el desenlace. SAS ha sido clave para analizar el impacto del índice Rothman en la evolución de los pacientes», añade Rothman. «Nos ha permitido poner a prueba hipótesis con rapidez y acelerar el avance de nuestra investigación».
En 2023 Spacelabs dio un paso decisivo hacia la atención sanitaria predictiva con la adquisición de PeraHealth, la empresa fundada por los hermanos Rothman. Era una alianza natural.
El viaje de Spacelabs en la monitorización sanitaria en tiempo real comenzó hace décadas, cuando colaboró con la NASA en las misiones Géminis y Apolo. Hoy, Spacelabs aplica esa misma capacidad de innovación a la atención sanitaria, lo que permite al personal clínico supervisar el estado de los pacientes de forma remota, en el momento y lugar que necesiten.
De cara al futuro, Rothman y Spacelabs prevén ampliar el uso del índice Rothman más allá del entorno hospitalario. Por ejemplo, contemplan integrarlo en sistemas de monitorización remota que generen alertas personalizadas basadas en los patrones de salud y los antecedentes médicos de cada paciente.
El uso ético de la inteligencia artificial sigue siendo una prioridad
En todos estos casos surgen las mismas preguntas en materia de IA que preocupan también en el ámbito empresarial. ¿Se recopilan y utilizan los datos de forma ética? ¿Hay transparencia y capacidad de interpretar cómo se toman las decisiones? ¿Se actúa con la debida diligencia para evitar sesgos?
La IA no es la respuesta definitiva a todos los problemas del mundo, pero puede ser un motor que impulse nuevas formas de abordar los grandes retos. En los momentos de crisis, conviene mirar hacia quienes tienden la mano, sin olvidar a quienes crean la tecnología capaz de ayudar a quienes más la necesitan y marcar una verdadera diferencia en este mundo.
Al contrario de lo que muchos piensan, la inteligencia artificial no tiene nada de mágico. Aunque quizá sea una de las varitas que necesita la humanidad.
Lecturas recomendadas
- Cinco tecnologías de IA¿Cuál es la diferencia entre la inteligencia artificial y el aprendizaje automático? ¿Podría explicar los conceptos básicos de tecnologías como la IA generativa (GenAI) y los agentes de IA? Lea nuestra información general para entender estas y otras tecnologías que están detrás del auge de la inteligencia artificial.
- ¿Qué son las alucinaciones de IA?Separar la realidad de la ficción generada por la IA puede ser difícil. Aprende cómo los grandes modelos lingüísticos pueden fallar y conducir a alucinaciones de IA y descubre cómo utilizar la GenAI de forma responsable.
- Next generation anti-money laundering: robotics, semantic analysis and AIAdding AI and machine learning to your anti-money laundering program can combat rising compliance pressures, complexity and risks. Learn about the results innovative financial institutions around the globe are getting from next-generation AML.