Los patrones de compra de los consumidores han tenido cambios importantes en la última década. A medida que aumentaba el comercio minorista masivo, los consumidores se enamoraron de la variedad y elección de los surtidos de productos. Cuando el comercio electrónico se generalizó, los compradores se adaptaron rápidamente a encontrar el mejor precio en línea. Hoy, gracias a los envíos al día siguiente, la escasez de productos y las interrupciones en el transporte, la disponibilidad y la velocidad de entrega se han convertido en el factor decisivo para los consumidores, lo que hace que la disponibilidad de inventario sea la principal ventaja competitiva para los minoristas.

Aunque muchas empresas ya han comenzado a recopilar datos en todos los canales de distribución para obtener más información sobre clientes y consumidores, se están dando cuenta rápidamente de que su esfuerzo empresarial requiere una cultura corporativa completamente diferente que incluye diferentes habilidades, procesos, análisis y tecnología que permitan mejorar las decisiones con respecto a la distribución de productos y las operaciones en todos los canales del negocio.

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